Javier Caumont a sala llena




Y llegó finalmente el 28 de Mayo, día en que el Cine Teatro York de Olivos se visitó de romanticismo para recibir al "Cantor romántico de Buenos Aires", Javier Caumont, quien con su música y su espectáculo deleitó al público que colmó las instalaciones de la sala "Juan Carlos Altavista", en Alberdi 895 de Olivos. Según autoridades municipales, "nunca en su historia, un espectáculo había logrado tal convocatoria en este lugar".
 
Cabe destacar la dirección general del espectáculo estuvo a cargo de René Bertrand. Con arreglos y dirección musical del magistral Bucky Arcella, acompañaron a Javier destacados músicos de trascendencia internacional: Norberto Di Bella en batería, Adrián Mastrocola en piano, Walter Ramello en saxo, Leo Tegli en guitarras, Andrés Juber en percusión y su director, Bucky Arcella, en bajo.
 
El espectáculo comenzó transcurridos sólo algunos minutos de las 21 horas, con "Bésame mucho", siguiendo luego con"Cuando estoy contigo", "Cualquiera de estas noches", "Amanecer", "Vete de mí", "Tal vez", "Cuenta conmigo", "Qué mal amada estás", "Mía".
 
Promediando su presentación, llegó el momento del folclore, acompañado por las coreografías a cargo de Paula Voglino, con "Aire de Zamba", y "Octubre triste" (tema cuyos autores son César Bertrand y Gogó Andreu).
 
"Cuando yo tenía aproximadamente nueve años- contó Javier- un día, Gogó Andreu, tío de mi mamá, apareció en Rodríguez Peña, lugar donde vivíamos un poco apretaditos, pero con muchísimo amor, María Esther Gamas, mi mamá María Rosa, Mi papá César Bertrand, y yo". Y agregó: "Goguito, con ese perfil bajo y esa humildad que siempre lo caracterizó, trajo la música compuesta por él, para la cual mi papá hizo este poema hermoso, que se llama "Octubre triste", y que hoy en especial se lo dedico a mi hermano, René Bertrand, director general de este espectáculo, que se encargó de muchísimas cosas, de la multimedia, y del buen gusto en este escenario tan agradable. Para él pido un fuerte y renovado aplauso".
 
Llegó luego el momento del tango... con las interpretaciones de "Garganta con arena", "Por eso hay que vivir", y la primera sorpresa de la noche, cuando sobre el escenario del York se proyectó la interpretación de Rubén Juárez del hermoso "Qué tango hay que cantar", acompañado a dúo por Javier, en vivo. Fue un momento realmente emotivo, donde Javier recordó: "te acordás Rubén, esos asados en Carlos Paz, con el viejo... fué al único que quiso visitar, estando muy enfermo, en Carlos Paz. Quiso ir a tu casa, y René lo llevó. Para charlar con vos. Para comer esos asaditos ricos que hacías... cómo te extrañamos, carajo". La interpretación a dúo de "Qué tango hay que cantar", fue uno de los momentos más emotivos del espectáculo... pero no fue la única sorpresa de la noche.
 
Tras "Qué tango hay que cantar", Javier presentó a su artista invitado, manifestándole su profundo agradecimiento: "Me hizo el honor de venir esta noche, un chiquito al que yo conocí por allá, principios de los 90, por Flores. Talentoso, buen actor, actor de raza, actor de teatro, de televisión, de comedias musicales. Y es uno de los mejores tenores que tenemos en la Argentina. Señoras y señores, con ustedes....: Carlos Girini".
 
En primer término, Girini interpretó su genial versión de "Grisel", y acompañó luego a Javier, cantando "De repente". Esta interpretación a dúo, fue también ovacionada por el público presente que aplaudió emocionado. La ovación continuó luego con "No me perteneces", que se convirtió en uno de los temas más aplaudidos del espectáculo "Cantarle al amor es posible".
 
Y llegó el final. A todo candombe, en una especialísima y sorpendente versión de "Inolvidable"... Cabe destacar que sorpendió gratamente Javier Caumont a su público cuando comenzó con la interpretación de las primeras estrofas: "En la vida, hay amores que nunca, pueden olvidarse...." Y volvió la ovación, una vez más. Y llegó también el baile, con coreografías de Gabriela Jóhegyi, Daniela Estévez y María Paula Diharce.
 
A todo color, con juego de luces, papelitos y más baile, Javier cerró su espectáculo con "Regresa pronto"... frase que el público no se cansó de repetir finalizado el show. "Ay, ay, ay, regresa pronto, ay, ay, ay que aquí te espero....". Un cierre a todo color, con el público aplaudiendo de pié. Con Javier Caumont, profundamente emocionado. Con un grito unánime: "Otra, otra, otra, otra". Y con la promesa de una próxima presentación muy pero muy pronto.
 
Javier Caumont, a sala llena en el Teatro York de Olivos, demostró una vez más que "Cantarle al amor es posible".
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entra a www.pablolayus.info y veras todo el contenido. Dejame tu comentario.
No utilices este sitio para insultar. Tu comentario debe ser moderado y sin agraviar a nadie. Caso contrario sera eliminado de la lista.
Muchas Gracias