A tan solo un mes...

Pasó tan solo un mes de la muerte de Marcelo Montero. No iba a escribir nada, pero su recuerdo sigue muy presente y me anime a unas lineas.

Son estas, del más sentido lugar de mi corazon. Las comparto con ustedes porque siempre me acompañan y porque es la forma que llegue a todos los amigos que tenia Marcelo, son muchos y estan en todas partes del mundo.







Recién paso un mes. Todavía está todo muy presente y me cuesta ordenar mis ideas. Trato todo el tiempo de separar la razón con lo emocional. La razón me ayuda a esperar el tiempo suficiente para que las cosas se ordenen y todo empiece a tener un sentido, si es que tiene que tener uno. Y lo emocional me lleva a aplicar conocimientos de artes que he estudiado durante mucho tiempo. Pero esto último no pasara porque sé que vos no hubieras querido, como no quisiste la noche anterior a tú muerte.


Me queda saber que cosechaste muchos amigos, que tú recuerdo no fue manchado como quisieron algunos y que el tiempo pondrá en evidencia a aquellos ¨malos actores¨ que de apoco se les va cayendo la máscara de chocolate berreta que solo buscan aparecer en tv, iluminados por una magia que simula la que vos tenias, la de la amistad pura.

Otros tendrán su castigo justo, el que cae por su propio peso, el de la verdad. Solo el tiempo tiene el don de ordenar las cosas y ya paso un mes. Pero es suficiente para ir demostrando quién es quién en esta historia tan triste.

Marcelo, me cuesta ordenar mis pensamientos, me cuesta ponerme en tu lugar y saber que te hubiera gustado hacer. Porque sé que en el fondo, vos también tenías todo el tiempo esta lucha interna. Pero de algo estoy seguro, el manchar tu nombre con mentiras y luchas de ego no es el camino.

Me tome mis días, no quería escribir nada todavía. Siento mucho tu perdida y seguro que esto no cambiara. Menos en esta época donde hay muchos recuerdos vivos y donde habíamos planificado la posibilidad de encontrarnos en Sudáfrica, luego de tu viaje por Barcelona.

Amigo, paso tan solo un mes, pero tu recuerdo sigue vivo. Y sentite orgulloso que tus amigos de todo el mundo, los que cosechaste con tu cariño y afecto, esos amigos de verdad te querrán por siempre. A vos no te hizo falta tener dinero para saber quien sos, tu mayor cosecha es haber sembrado amistad por todas partes del mundo y ese le dé un sabor especial, un sabor que ningún chocolate amargo podrá igualar.