La historia de amor detrás de la donación del riñón.

Una historia de amor impensada, distinta, plena de sensibilidad, de deseos y de libres definiciones. Una historia de amor que se traslada a actos de solidaridad abnegados y firmes convicciones.

Es que esta historia de amor, que “Crónica” informa en calidad de testimonio exclusivo, es correlato de la confesión de elección sexual de Sandra Mihanovich, publicada días atrás, y en la que se dejó deslizar la posibilidad de un futuro casamiento.

Ahora pudimos acceder a la verdadera historia, en plena antesala del alta de la cantante luego del trasplante. Es que su ahijada es precisamente la hija de la novia de la artista.

Sandra Mihanovich siempre mostró una actitud de convicciones diferente y única. Su relación con Celeste Carballo durante muchos años, en épocas oscuras, de intolerancia, resentimiento y discriminación. Sin embargo, Sandra no se atemorizó y expresó sus sentimientos, en varias oportunidades a través de la canción.

Desde hace cuatro años, la cantante está nuevamente en pareja y su novia es María Paz Novaro de 54 años, la misma edad de la intérprete.

María se casó con Taco Rey, un conocido empresario gastronómico y fruto de esa unión nació Sonsoles Rey Obligado (apellido de casada). Luego, ya divorciada de Taco, María contrajo matrimonio nuevamente con Zico Vikojicic, fallecido hace 6 años. En tanto, Sonsoles tuvo en 2010, en octubre más precisamente, un varoncito.

Sonsoles tiene en la localidad de Praia Do Rosa, Brasil, concretamente, una posada que se llama Alma Do Mar.

La novia de Sandra, a quien conoció por amigos en común en una exposición, es una activa empresaria, definida por allegados como una “mujer auténtica, fina y extremadamente sensible”. Cuenta en nuestro país con la cadena de restaurante María Félix (comida mexicana) y también con el local “El salto de las ranas” de Rodríguez Peña y Santa Fe.

Sonsoles, quien podría ser dada de alta en las próximas horas con un riñón donado por su madrina, estudió en el colegio Moorlands de la zona norte y se encontraba radicada en Imbituba, Brasil.

Todo un emblema. Sandra, hace una semana, en un reportaje dijo que “la existencia no tiene sentido sin amor. Me gusta el paso del tiempo y de la vida”.

Sandra le donó un riñón a su ahijada e hija de su novia, actitud que privilegia a la vida, al amor, a los sentimientos.

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