Jorge Rial x 2



Jorge Rial estuvo esta semana en la tapa de 2 revistas. Es tapa de Paparazzi donde habla de su vida actual como recién separado y en El Guardián donde habla de política y de su otra pasión: La radio.

Esta es parte de la entrevista realizada a El Guardián:




Escribe Mauro Fulco
mfulco@elguardian.com.ar
Fotos Juan Pablo Barrientos

De un tiempo a esta parte, Jorge Rial dejó de ser exclusivamente un faro en materia de farándula. Tinelli, Sofovich, Canosa, Susana, Mirtha, Ayelén Paleo o Cinthia Fernández son su métier, pero no con exclusividad. Ahora, además, se dedica a otra especie igual de rica, famosa y cholula: los políticos. Con su programa Ciudad Goti K (Radio La Red), se convirtió en un termómetro de la realidad. Sus opiniones son respetadas y temidas por la clase dirigente, que muere por ser entrevistada por ese mismo periodista que a la tarde puede dedicar un programa completo al color de tanga de la vedette de turno. Un Rial de 50 años, separado hace siete meses, padre de dos hijas y volcado al periodismo político que explica su ¿inesperada? consolidación. “Acá aparecen todos: oficialistas, opositores y se cruzan entre ellos. No hay ningún interés. No hay guita de los políticos. La única guita es la de la pauta que se escucha”.

¿Quiere decir que en el resto de los programas sí bajan plata?

–Siempre hay intereses. Si trabajás para Clarín, jugás un partido importante, y lo tenés que jugar. Más allá de que el grupo para el que trabajo tenga buena relación con este Gobierno nunca me bajaron línea y jamás me pidieron que saquen a alguien del aire. Una vez le hice una nota a Moyano que sé que jodió, pero me enteré dos días después.

–¿De qué manera se enteró?

–Me enteré porque me lo comentó el gerente de la radio. Y eso que mi amistad con Macri es pública. No pasa nada.

Y su amistad con el jefe de Gobierno porteño no es un dato menor, tampoco un secreto. Eso sí, revela que le acarreó algunas sospechas en relación con el contenido de su programa, sospechas que disipó con velocidad. “Un día estaba entrevistando a Macri y Cabandié mandó un tuit sugiriendo que la nota estaba comprada. Me enojé y lo saqué al aire. ‘¿Vos creés que esta nota fue comprada?’, le pregunté. Y le aclaré que yo soy amigo de Mauricio y que tengo pauta del Gobierno de la Ciudad, pero menos por ser amigo que si no lo fuera”.

Esa amistad a veces puede también jugarle en contra en el terreno extra periodístico. Pero Rial se ríe: “Son sensibles. Después del programa La cornisa Mauricio me recriminó que Majul lo había defendido más que yo con el tema de los subtes. Tenemos esa clase de discusión, pero está todo bien. Yo soy amigo de él antes de que sea intendente”.

Reprochó Cabandié, también Macri. La paradoja que debió enfrentar Rial fue que durante las elecciones porteñas lo acusaron de jugar para el macrismo y para las elecciones nacionales lo tildaron de cristinista. “Lo bueno es que si me acusan de las dos cosas es porque estoy en el medio”, razona.

La mañana radial conducida por Rial se transformó en un generador de noticias. Allí fue donde Randazzo aseguró que “no pone las manos en el fuego por nadie”. Y el nadie tenía un destinatario preciso, el vicepresidente Amado Boudou, quien utilizó el mismo micrófono para brindar su primera entrevista después del caso Ciccone. “Muchas veces se piensa que el periodista tiene que salir a masacrar el entrevistado, o al revés, a chuparle el orto. Yo pregunto porque creo que lo importante es la respuesta; así les he dado varias tapas a los diarios”.

–¿A quién votó?

–Voté en provincia a Scioli y para presidente a Cristina; la voté porque me pareció que hacía falta una continuidad. Hoy no sé si la votaría de nuevo, pero tampoco sabría a quién votar. Es muy difícil. Y también voté así porque soy peronista.

–De formación peronista.

–En realidad, más de izquierda. Yo milité en el Partido Intransigente, que era donde íbamos los peronistas a los que no nos gustaba Herminio Iglesias o Luder.

Después vino aquella recordada declaración que caldeó los ánimos en su contra: “Cambié la estrella roja por la estrella del Mercedes-Benz”. Ahora se ríe: “Se enojaron todos con esa frase. Cuando era pibe quería cambiar el mundo, ahora lo único que quiero es cambiar el canal sin que me jodan”.

Separado

Cumplió 50 años en octubre del año pasado. Más o menos para la misma fecha se separó de su esposa, Silvia Dauro, con quien tiene dos hijas,  Rocío y Morena. Se tejieron todo tipo de hipótesis, que Rial irá desmadejando una a una.


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