“Estas son tetas asesinas”

La modelo, actriz e incluso directora pornográfica Elizabeth Starr declaró al amarillista Daily Mirror que sus inconmensurables senos podrían llegar a matarla debido a unas cuerdas de polipropileno que le colocaron en la última de sus 63 cirugías estéticas para soportar semejantes implantes.
La norteamericana inició su carrera como stripper a fines de los años ´80 para costear sus estudios pero, como suele ocurrirle a muchas jóvenes que optaron por el mismo modo de vida, el dinero fácil la fue llevando por una senda en la que finalmente debutó como actriz de películas pornográficas en 1997.
Metida de lleno en esta industria fílmica, Starr comenzó a someterse a operaciones cada vez más frecuentes para agrandar y agrandar sus pechos hasta llegar, quince años después, a soportar un tamaño que ya le debe haber lastimado varias vértebras lumbares.
En una de estas intervenciones, los cirujanos que la atendieron debieron recurrir a cuerdas de polipropileno –supuestamente de uso legal- para estimular la producción de fluidos pero algo salió mal y su pecho derecho se infectó debido a la pérdida de líquido.
Ahora los médicos le recomendaron a Starr que se someta a una doble mastectomía, como hizo Angelina Jolie por otros motivos, pero ella se niega rotundamente ya que considera que, a los 43 años, todavía le queda mucha carrera por delante.

Fuente: Diario Popular